AutorComunicación Poder Judicial
El juez de la Audiencia Nacional José de la Mata ha propuesto juzgar a un total de 35 personas por las presuntas estafas de las clínicas iDental, así como en otra serie de mercantiles por delitos de estafa continuada, apropiación indebida, falsedad documental, administración fraudulenta, alzamiento de bienes, blanqueo de capitales y organización criminal.
En el auto de pase a procedimiento abreviado, de 383 páginas, el juez pone fin a esta pieza, centrada en los delitos económicos, que se dirige, por un lado, contra una organización dedicada a obtener financiación de Bankia para invertir en empresas y enriquecerse con los préstamos obtenidos en perjuicio del inversor y, en segundo lugar, por las operaciones fraudulentas relacionadas con el Grupo iDental.
Fuera de esta pieza, explica de las Mata, en la parte principal del procedimiento, quedan ahora los hechos y delitos de lesiones contra la salud pública cometidos por los investigados y otras personas en los tratamientos odontológicos de iDental, así como los delitos contra la hacienda pública.
El magistrado afirma que estamos ante dos organizaciones criminales diferentes, que han desarrollado distintas actividades delictivas, y que coincidieron (lo que lleva a la conexión procesal en este procedimiento), en la transmisión del Grupo iDental, que fue vendido por los primeros (Antonio G.P. y Vicente C.), a los segundos (Luis S.S., José María G.L. y Juan G.L.).
La primera organización la integran Antonio G.P., Vicente C., Sandra B., Enrique G.V. y Elena L.C. Este grupo, bajo el liderazgo de los dos primeros y con el apoyo directivo de las otras personas mencionadas, constituyó el Grupo iDental, así como toda la estructura societaria derivada y lo puso en marcha, hasta llegar finalmente a venderlo al entramado de Luis S. y los hermanos G.L.
La segunda organización la lideran Luis S. y los hermanos G.L. y está integrada adicionalmente por otras personas en distintos niveles y responsabilidades.
Esta segunda organización ha estado durante años, dice el magistrado, desarrollando una estructura societaria gracias a la cual consiguieron fraudulentamente una importante financiación de la entidad Bankia para su inversión en distintas explotaciones mercantiles, con el objetivo de su enriquecimiento personal a costa de los fondos desembolsados por la entidad bancaria. Y todo ello, en perjuicio de la viabilidad de las explotaciones económicas adquiridas y de la integridad patrimonial de la financiera.
La operativa fraudulenta fue repetida, al menos, en seis sociedades (Quevier'd Grup S.L., Agua Vitaminada S.L., Kinlan Business S.L., Exploagropecuaria S.L., Hotel Abadía S.L. y Health 2015 S.L.), y ha supuesto una disposición de fondos provenientes de Bankia de unos 54.000.000,00 euros en préstamos hipotecarios obtenidos fraudulentamente a favor de la organización investigada. Finalmente, llegaron a adquirir el Grupo IDENTAL a sus iniciales propietarios, Antonio G.P. y Vicente C., señala el juez.
La estrategia fraudulenta de iDental
El auto explica que la estrategia fraudulenta consistía en ofrecer servicios odontológicos sofisticados y de alta calidad a los clientes, a precios irrisorios, con pleno conocimiento de la incapacidad del Grupo para proporcionar los servicios comprometidos y con total desprecio de la salud bucodental y estado de sus usuarios, haciéndoles creer que el coste muy elevado de los servicios estaba cubierto mediante subvenciones o ayudas oficiales.
Una vez captado el cliente se le presionaba de forma muy agresiva para hacerle firmar los presupuestos y los correlativos créditos al consumo, obviando también los requerimientos económico-financieros de solvencia establecidos por las compañías de crédito. Todo ello para obtener así el cobro de una vez del importe íntegro del crédito por parte de la entidad financiera.
La finalidad real era captar como fuera el máximo número de clientes y, por tanto, el mayor número de recursos económicos procedentes de los créditos al consumo, “con plena conciencia de la incapacidad de la empresa de prestar el servicio comprometido”, asegura el juez.
En el contrato que firmaba el cliente con iDental existía una cláusula por la que si realizaba una devolución del tratamiento, tendría que pagarlo a precio de mercado, es decir, con el valor del primer precio, que "se daba inflado". De este modo, señala el instructor, “se dejaba atrapado al paciente, que se veía obligado a continuar con los pagos del crédito”.
Cuando el grupo IDENTAL fue adquirido por Luis Sans, Jose María Garrido y Juan Garrido continuaron exactamente con las mismas prácticas, asegura el titular del Juzgado Central de Instrucción 5, que subraya que siguieron la misma política de captación de clientes, aun a sabiendas de que no se iban a completar los tratamientos, cobrándose por anticipado los importes completos. De hecho, el magistrado señala que únicamente había financiación para continuar la actividad de la empresa hasta junio de 2018 (finalmente se cerró en mayo) y no se hicieron frente a las nóminas durante los últimos meses de actividad.
Tratamientos masivos inacabados
El magistrado relata que un número masivo de tratamientos quedaron inacabados, fueron defectuosos y, en muchos casos produjeron alergias e intolerancias y, en otros, lesiones, debido a la absoluta insuficiencia en la capacidad de producción de los servicios por parte de las clínicas del Grupo, la limitada experiencia de los odontólogos contratados, en su mayoría recién graduados sin práctica profesional.
Gran cantidad de pacientes, prosigue el instructor, fueron atendidos con nula o baja experiencia por lo que sufrieron lesiones causadas por una mala praxis y un mal asesoramiento. Por ejemplo, en casos de intervenciones quirúrgicas, nadie les recomendó que debían tomar antibióticos para prevenir posibles infecciones posteriores.
A ello el juez añade la limitada calidad de los productos utilizados y la poca y deficiente higiene del material utilizado.
Los pacientes, aunque estaban sufriendo todas estas circunstancias, “no tenían una vía alternativa de salida, ya que la clínica, no daba opción a cancelar los tratamientos, por lo que, aunque no quisieran continuar con estos, debían de seguir pagando las mensualidades debidas”.
El auto incluye las amenazas y coacciones que sufrieron los perjudicados de Idental por parte del Departamento de Calidad.
También detalla lesiones como perforación de tabique nasal, del tímpano, fractura de mandíbula, extracciones de piezas sanas, o infecciones y/o alergias por los materiales utilizados, por lo que los afectados tuvieron que ser atendidos por médicos de medicina general para subsanar o paliar las lesiones y secuelas.
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